(Versión no oficial en Español)
En los albores de la salvación, se anuncia como noticia gozosa el Nacimiento de un Niño: "Os traigo la buena noticia de una gran alegría que llegará a todo el pueblo, porque hoy os ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor" (Lc 2, 10-11). La fuente de esta "gran alegría" es el Nacimiento del Salvador; pero la Navidad revela también el significado pleno de todo nacimiento humano, y la alegría que acompaña al Nacimiento del Mesías se ve así como fundamento y cumplimiento de la alegría por cada niño nacido en el mundo (cf. Jn 16, 21).Hay mucho que podemos aprender de la temporada navideña. Una es que el nacimiento de Jesucristo ocurrió en tiempo y lugar; en segundo lugar, estamos llamados a apreciar y respetar la vida humana desde la concepción; y, por último, como María y José que protegieron al niño Jesús, a nosotros también se nos da la responsabilidad de proteger a los más vulnerables. Por lo tanto, no podemos separar la naturaleza de los bebés del significado de la temporada navideña. Los dos van juntos y no se pueden ver por separado.
(Evangelium Vitae, 1)
La injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes. Estamos atrapados en una red ineludible de mutualidad, atados con una sola prenda del destino.Somos familia, la familia de Dios. Cuando dejamos de ser miembros de la familia de Dios, necesitamos orar y trabajar por nuestra conversión de regreso a Dios. Que esta temporada sea una temporada de regreso al Señor y que continuemos tomando a la Sagrada Familia de Jesús, María y José como nuestro Modelo de familia.